lunes, 10 de mayo de 2010

RELIGION


Los mapuches creían en la vida después de la muerte, y esta era un doble exacto como la sombra real e intangible. El otro yo podía hacerse invisible, pero necesitaba las mismas cosas que los vivos.
Por ese motivo enterraban los muertos con los objetos habían usado en su vida.
Los espíritus en lemas allá tenían la misma forma y carácter que habían tenido en su vida, estos reanudaban su vida familiar y social en el más allá.
Este doble espíritu cuando estaba en el cuerpo mortal podía abandonarlo a voluntad durante el sueño, éxtasis, visiones, etc., y con la muerte lo abandonaba definitivamente. Este espíritu visitaba a sus parientes y amigos durante un año a aproximadamente. Este espíritu podía tomar forma humana o de algún animal, cuando pasa ese tiempo el espíritu pasaba a otra región en donde se trasformaba en Pulli. Este espíritu residía para las tribus costeras en el mar y para las tribus de la cordillera al oriente de Los Andes.
La religión Mapuche se basa en el culto a los antepasados, encarnado en el Pillan.
Cada tribu tenía su propio Pillan, que según el espíritu patriarcal o matriarcal predomínate, era masculino o femenino. Del Pillan provienen tanto el bien como el mal, en toda su extensión, los pillanes se podían enojar por el quebrantamiento de algún tabú, manifestándose por medio de la peste, las inundaciones, las sequías o los terremotos, etc.
Para calmar la ira del Pillan surgió un individuo llamado el Señor Del Canelo, este individuo debía ser conocedor de la practica para convencer al Pillan y también tener la habilidad para combatir a los hechiceros y brujos.
Estos Señores Del Canelo fueron evolucionando, adquirieron la función definitiva de médicos y adivinos, a estos hoy se conoce como el Machi.
Los Mapuches creían que uniendo la fuerza de la magia era más eficaz que la individual, por lo que crearon grupos de individuos esotéricos con el fin de precaver los contratiempos y dificultades, a la vez adquirir beneficios por sus ritos, estos grupos se llamaban Tótem.
El Tótem tenia como finalidad de la regulación de las lluvias, EL Pillan contra restaban tempestades, terremotos, etc.
Los Mapuche además del culto a los antepasados, para ellos existían más espíritus y en su mayor parte malévolos, tales como el Colocolo, especie de basilisco, el Chequehuelube, cuero con uñas que vive en el agua y se ensaña con las bañistas, el Chonchón vampiro que chupaba la sangre.
El pueblo Mapuche fue profundamente religioso; la religión estaba en todas partes, en todas las esferas de su vida.
En los entierros hacían una ceremonia que duraba varios días; que terminaba con el entierro de la persona muerta, vestida con elegante ropa y acompañada de comidas y bebidas.
Las ceremonias más importantes del pueblo Mapuche son el Guillatún y el Machitún.
El Guillatún: Se celebra para invocar a los dioses que regulan los ciclos de las lluvias y de las cosechas, estos ritos se realizan con gran concurrencia de los indígenas, incluyendo bailes y comidas.
El Machitún: Por otra parte posee una función de mágico - terapeuta, a través de este acto se pretende alejar a los espíritus malignos que provocan las enfermedades, las encargadas de llevar a cabo este ritual son los Chamanes o Machis, todas las ceremonias Mapuches se llevaban a cabo con un instrumento llamado Kultrún, este es un instrumento musical que representa la noción Mapuche del universo, tal es así la importancia, que aparece reproducido en la bandera que ha sido adoptada por el pueblo Mapuche.

ORGANIZACION SOCIAL

El Totemismo.- Es organización social de los Mapuches y demás pueblos indígenas chilenos, este tipo de organización es usada es muchas partes del mundo. Esto consistía en la creencia en el Tótem, que era un ser espiritual que animaba a algún animal, ave, reptil, pez, planta, astro, fenómeno o aspecto de la naturaleza. El Tótem, que los Mapuches llamaban Cuga, habría hecho alianza con el fundador de cada estirpe, contrayendo entre ambos la obligación de respeto y protección mutuas, esta alianza debía ser respetada por los descendientes a través de todas las generaciones.
El fundador o antepasado, al formular la alianza, tomaba el nombre del Tótem y lo transmitía a toda su descendencia constituyéndolo en el apellido del clan, por eso encontramos entre los mapuches apellidos como “Sol”, “Pato”, “Culebra”, etc.
La familia Mapuche se componía del Padre, sus mujeres y sus hijos. Existía la poligamia, pero solo la practicaban los individuos mas ricos, los ulmenes, que podían adquirir cinco o seis mujeres, lo que constituía la excepción.
El Matriarcado se prohíba contraer matrimonio con una mujer del mismo grupo totémico porque ambas partes poseían el mismo Tótem y eran, por lo tanto consanguíneas, lo que hacía considerar la unión como incestuosa.
El matrimonio se hacia mediante la compra de la novia a su padre, a cambio de animales, bebidas o utensilios; pero debía seguirse después un rapto simulado. En este caso, el novio y sus amigos se dejaban caer sorpresivamente sobre la ruca y procuraban raptar a viva fuerza a la novia, venciendo la resistencia que oponían las demás mujeres.
Dentro de la familia, la primera mujer (“unendomo”) era la verdadera dueña del hogar y su hijo mayor era considerado el primogénito.
Las demás mujeres vivían en rucas separadas, acompañadas de sus respectivos hijos, y en caso de fallecimiento del marido pasaban a ser esposas del primogénito.
La posesión de varias mujeres no era considerada por los Mapuches como un lujo, sino como un factor de aumento de la producción, pues eran ellas las que cultivaban la tierra, hacían las cosechas, tejían, fabricaban las debidas, preparaban las pieles y practicaban la alfarería.
En el tiempo de paz, el prestigio del jefe de familia dependía del numero de sus mujeres y de sus riquezas en tierras, víveres, animales y debidas.
En tiempo de guerra basaba su fama en su valor personal y en el numero de conas o mocetones que podían movilizar.
Levos Aillarhues y Vitamapus como todos los pueblos en su estado de cultura, los Mapuches tuvieron muy escasa cohesión. Sus diversos grupos sociales solo se unían transitoriamente ante el peligro común, pues habitualmente Vivian en constantes rivalidades.
Estos grupos empezaban en el Lov y se prolongaban en otros mas
Amplios, que eran el Levo, Elaillarehue y el Vutamapu.
Los Lovs.- Los formaban todas las familias que tenían un antepasado común. Vivian en rucas vecinas y tenían por jefe al Lonco o Cacique, que presidía las juntas en que se discutían los asuntos internos de la comunidad.
Los Levos o Rehúse.- Eran grupos más amplios, que sumaban varias agrupaciones de familias, es decir tribus.
Cada Levo tenia un jefe civil, un jefe militar para el caso de guerra y un sacerdote que servia de asesor. El jefe militar era elegido por la asamblea de los Conas y se le designa con el titulo de Toqui, nombre que se daba también al hacha que le servia de insignia de mando.
El Levo era independiente y autónomo. La asamblea de los conas acordaba la paz o la guerra.
Los Aillarahues o agrupaciones de tribus.- En caso de grandes calamidades, como sequías, epidemias, invasiones u otros acontecimientos sensacionales que afectaban a una extensa comarca, los Rehues de ella se unían para hacer frente a la situación.
Tales eran los Aillarehues, que adquirieron gran desarrollo desde el
momento en que los españoles comenzaron a penetrar en la araucania.
Su jefe era el Mapu Toqui o jefe militar de una comarca en estados de guerra.
Los Vutampus o zona de guerra.- No obstante su oposición a formar grandes unidades Político-militares, los Mapuches se vieron obligados a concertar alianzas entre los Aillarehues de extensas comarcas a fin de defenderlas de los conquistadores.
Así nacieron tres Vutampus o agrupaciones de Aillarahues: el de la región de la costa los Lavquen - Mapu, el de los llanos que eran Lelvun - Mapu y el de la región pre-cordillerana llamados Inapere - Mapu, el primero parece haber sido el dela cámarca vecina a la costa de Aruco, que eligió por generalísimo a Lautaro.
Los jefes de los Vutampus eran elegidos por los Toquis Federados, y los españoles los llamaron gran Toqui. Terminada la guerra, cesaba su mandato.